Autor: José Tamborrel Suárez
Año: 1952
Si tomamos en consideración las palabras de Glandstone: “La riqueza de una nación depende de la salud de su pueblo”, resultaría que México es pobrísimo, pues la salud es casi desconocida en todas las clases sociales. De México puede decirse que es un pueblo enfermo.
Los mexicanos siempre vivimos inquietos, molestos, desdichados; suspirando por todo aquello a que tenemos derecho… Nuestros problemas son ya infinitos; PERO TOTALMENTE ARTIFICIALES (excepto, el de la deforestación). Todos han sido creados por una serie ininterrumpida de irresponsables, que desde hace años y años han venido detentando el poder… México tiene ya su vida complicadísima, enredada al máximo… Necesita de alguien que lo venga a salvar, desenredando esa terrible madeja….
Los mexicanos que tenemos conciencia cívica, somos muy desdichados.
En México, como en los demás países Centro y sudamericanos, dos meses antes de elecciones todo el mundo sabe quien va a “triunfar”…
El pueblo de México se “traga” más o menos lo de las elecciones; pero lo que lo excita y violenta es el exceso de farsa.
La adulación de que son objeto los Presidentes de México, está en relación con su inigualado poder.
¡Qué daría el Rey de Inglaterra por gozar del poder y las ventajas de que disfruta un Presidente de México!...
Dentro de veinte años nadie creerá que el camino entre la ciudad de México y la de Cuernavaca atravesaba una espesa y cerrada zona boscosa, que se iniciaba desde Tlalpan y llegaba hasta las goteras de la pintoresca Cuernavaca… Gobiernos irresponsables permitieron la deforestación de una bellísima zona… (Centenares de años, quizás miles, se tomó la Naturaleza por cubrir con una delgada capa de tierra esa inmensa región volcánica, para que ahí, a fuerza de siglos y más siglos, pudieran desarrollarse los árboles, que eran la vida y el todo, no solamente de esa zona, sino de la ciudad de México en general, por su influencia con el clima, las lluvias… La naturaleza tomó siglos en crear todo eso, para que unos cuantos políticos bribones, en pocos años, la exterminaran por completo… ¡DIOS se apiade de ellos!...)
El Gobierno nos favoreció muy poco cuando creó la Oficina de Control de Electricidad, la solamente sirve para esto:
1º. Hacer perder el tiempo.
2º. Pagar por un servicio que en nada beneficia y que causa infinitas molestias.
3º. Pagar una gratificación forzosa está bien o esté mal la instalación.
(Ya es de rigor hacer los dos pagos mencionados: el uno para que hagan la “inspección”, y el otro, para que pongan el “visto bueno”.) ¿Cuál es el beneficio que el público recibe de todo esto? ABSOLUTAMENTE NINGUNO.
México aún no sabe lo que perdió con la muerte del señor General Alvaro Obregón.
OBREGON ha sido una de las figuras más auténticamente luminosas de la Historia de México.
Juárez, Carranza y Obregón… tres Presidentes de México que murieron pobres… ¡Cuánto quiere decir eso en un ambiente como el nuestro, en el que hasta el último politiquillo muere millonario!
Se le atribuye a un gobernante de México que tenía la manía de repartir cuanto se le ponía enfrente, la siguiente frase: “Hay que dar lo propio, nunca lo ajeno”.