Por: José Tamborrel Suárez
Año: 1952
Aunque estoy completamente seguro que nadie en México lo creerá, doy mi palabra, de que hace años tuve la suerte de saborear un vaso de leche pura en la capital de la República.
El peor defecto de nosotros los mexicanos es la falta de austeridad… Además, somos terriblemente vanidosos.
¡Pobre de la Alameda Central de la ciudad de México!..., Después de más de cuatrocientos años, todavía sus callejuelas son de vil polvo (polvo en las secas… y lodo en las lluvias).
En México, los llamados “camellones” que se construyen en la parte media de las principales calles, no sirven para otra cosa que para basureros… ¡Quizá para eso los construyen y los ignorantes vecinos ni siquiera los sabemos!
El problema de tránsito de la ciudad de México, lo constituye principalmente la falta de apertura de infinidad de calles tapadas… Zonas enteras bloquean el tránsito; Mercado de la Merced, mercado de San Juan, Estación Central de los FF. CC., Aduana de Santiago, ríos de la Piedad, Churubusco…
¿Algún día la ciudad de México tendrá un mercado decente?... ¡Sólo DIOS lo sabe!...
¿La vergüenza de la Ciudad de México? ¡Hombre! ¡Sus camiones!...
¿Se podrá algún día transitar por las callejuelas de los jardines de la ciudad de México sin ensuciarse el calzado de polvo o de lodo?
Cuando se termine se terminen definitivamente las legendarias obras de introducción de agua a la ciudad de México procedentes del río Lerma, lo más probable es que éste ya no lleve agua, ya que su Cuenca Hidrográfica ha sido totalmente devastada.
Los periódicos al referirse a los aviadores mexicanos, siempre los califican de “gloriosos” (ahí entra nuestra inveterada vanidad)… Yo me pregunto, ¿de dónde vendrá la gloria?...
El hecho de que anualmente traten de emigrar de nuestro país centenares de miles de campesinos, procedentes de regiones donde el agrarismo “ha triunfado”, demuestra “un algo” que es urgente investigar…
No hace mucho, conocí por ahí a un gran bribón, que por medio de qué sabe qué artes, obtuvo uno de los puestos “más jugosos” del Gobierno. El hombre luchó hasta lo imposible por hacer fortuna; pero sin resultado. Decepcionado se retiró y estableció una modesta frutería, con la cual en poco tiempo se hizo millonario. (Raro es el que no se hace millonario comerciando con artículos de primera necesidad y con la miseria y necesidades del pueblo).
Más importante que la construcción de escuelas, presas y oleoductos, etc., es lo relativo a la reforestación del país. Se debe organizar una campaña en la que tomemos parte todos los mexicanos sin excepción… Centenares de miles de hombres, la totalidad del ejército, los niños de las escuelas… ¡todos!... sembrando árboles… Viveros de árboles en todas las poblaciones con más de doscientos habitantes…
Ahora está de moda que cinco o seis bribones se pongan de acuerdo, junten entre todos cuarenta o cincuenta pesos, y manden hacer un letrero de madera o lámina que diga: “COLONIA AGRICOLA… aquí el nombra de un Presidente de la República”… Ese letrero lo colocan en una zona rica en bosque, principalmente sobre una carretera… ¡y a talar árboles impunemente!... ¡a saquear!... ¡a reírse de todos, inclusive de las autoridades a quienes sorprenden con dizque influencias!… ¡a desolar la región!... ¡a enriquecerse sin medida!... ¡Bendito país en que se pueden hacer estas cosas impunemente!...
En la forma que se hacen las elecciones en México, se presta a escoger cuidadosamente a los individuos. No hay excusa para que sean estúpidos o bribones. ¡Tan sencillo que sería escoger a los mejores!
Día a día, los vagos de oficio, que por regla general forman parte de la bienaventurada burocracia, inventan más y más días festivos. Han creado el día del soldado, del policial, del bombero, del cartero, del telegrafista, del maestro, de la madre, del niño… De seguir así las cosas crearán el día del primo, del cuñado, del tío. Del “coyote”, del “mordelón”… y quizá hasta el del ratero (miembro abundante en nuestra sociedad). Por lo pronto, al estar escribiendo estas líneas, me entero del proyecto de establecer el día del sirviente… Ese Apia, según piensan, los patrones se convertirán en criados… y los criados en patrones. La fiesta consistirá en que ese día los criados se sientan amos, y como tales, puedan hacer lo que estos hacen con aquellos…
El machismo en el mexicano no es otra cosa que uno de sus peores complejos de inferioridad.
Al mexicano que carece de educación, cultura, medios económicos, salud, protección, etc., no le queda otro reducto que su decantado “machismo”.
El machismo en el mexicano no es valentía: es ignorancia.
¡Cosas de nosotros!... En un banquete en el cual nos hallábamos reunidos más de doscientos hombres, la mayor parte de más de cuarenta años, se le preguntó a uno por uno si alguna vez había votado… ¡ni uno solo lo había hecho!...y lo que es peor: ninguno pensaba hacerlo en tanto el gobierno hiciera el gobierno… Todos pensamos: ¡Si esto pasa entre los hombres mejor preparados!... ¿qué será con los demás?
Los que repartieron los bosques que rodean el Distrito Federal, para convertirlos en ejidos, estarán contentos en haber logrado el cambio de nombre de esta Entidad, la que ahora, con justa razón, se llama: Distrito Terrenal… Las ricas zonas boscosas que eran orgullo del Valle de México, fueron brutalmente taladas por los ejidatarios, a quines el Gobierno dotó de esas tierras dizque para sembrar maíz… ¡Perdónalos, Señor…! Con ello la Ciudad de México quedó definitivamente condenada al polvo, las tolvaneras, las epidemias…
¿Cómo puede esperarse que el pueblo de México pueda ser culto, si el sueldo medio general es de seis pesos diarios y un libro cuesta quince, veinte, treinta?
El Papa Alejandro VI, el Borgia más terrible de todos, era un santo comparado con muchos de nuestros presidentes municipales. Estos son verdaderos señores de horca y cuchillo. (Con sus excepciones naturalmente).
México es el país de las fiestas y de los días de descanso… Las fiestas y los días de asueto se suceden sin cesar. Todo es un pretexto para no trabajar… El día primero de enero, porque es el primer día del año; el seis del mismo mes, por ser los Reyes Magos; luego la Candelaria, Carnaval, Fiestas de la primavera, Semana Santa, Corpus, San Juan, 5 de Febrero, 5 de Mayo, Fiestas Patrias, Día de la Raza, Día de Muertos, Todos Santos, Posadas, Navidad, Fin de Año, etc. etc. etc.…. Dentro de los etcéteras pueden considerarse perfectamente unos veinticinco o treinta días más por los natalicios de los próceres, día del soldado, de la bandera, aniversario de la Revolución, etc. etc.…. ¡y otra vez muchos etcéteras!... ¡Raro es ya el día que no es de fiesta o que no está en víspera de fiesta…
Para que se le derrame a uno la bilis no hay más que tratar de obtener una comunicación telefónica…
Un tipo se rasuró perfectamente y después fue al teléfono tratando de obtener una comunicación… Cuando por fin la obtuvo, se vio en el caso de regresar a rasurarse de nuevo…
El día primero de mayo no debería llamarse del Trabajo, sino del trabajador. El día del Maestro, no se llama día de la Enseñanza; el día del Cartero, no se llama de Correos: el día del Bombero, no se llama del Fuego…
Visto bien, el Año Nuevo debería comenzarse trabajando, ¡sobre todo en países como el nuestro en donde tanta necesidad hay de trabajar! Por principio debería trabajarse ese día.
Hacerse millonario en México es cosa por demás sencilla. ¡Basta con poner un frutería, o cualquier cosas así por el estilo!…
Comprar los aguacates o mangos a cinco centavos y venderlos a peso. ¡He ahí la modesta utilidad de un frutero de la ciudad de México!...
Un Presidente de la República mandó llamar a un compadre suyo a quien a toda costa trataba de favorecer, y sin más trámite, le ofreció la dirección del Banco de México; pero con gran sorpresa suya, el compadre le dijo: --“Si realmente quieres ayudarme, ponme una buena frutería en una de las principales avenidas de la ciudad”, (¡Y a propósito de esto!: ¿pagarán su Híncame TASS los propietarios de las fruterías?)
México es el país en donde la fruta se vende más cara… (México y Colombia son los dos países que posees la más rica y surtida variedad de frutas).
¡Qué tal si en lugar de seguir sembrando más magueyes en nuestra llanuras, sembráramos henequén!...
¡Adiós, belleza de la Huasteca Potosina!... ¡la tala de árboles acabará con todo!
“Poner muy alto el nombre de México”… ¡He ahí una frase consagrada por los periódicos, cada vez que una “artista” cualquiera visita algún país extranjero!... Según la frasecita se marras, basta que una actriz “de medio pelo”, una cantante de tipo “romántico” o una cancionero se voz aguardentosa (¡ay! ¡Por desgracia tantas!), visite algún país, para que inmediatamente nuestros periódicos digan que “está poniendo muy en alto el nombre de México”… ¡Pobre México!...
Un viejo político comentaba que para triunfar en alguna elección, lo más seguro era contar con una hermana bonita…
Creo que ya es tiempo de dignificar la política de en México. El momento se presta.
Una sola palabra de “arriba”… ¡y adiós pistolerismo!
¡Vaya nombrecitos que le dan al remedo de elecciones!... “Justa política”, “Fiesta cívica”, “Justa cívica”, “Superación de civismo”… (Me gustaría conocer al burlón que las inventa)…
Lo que yo jamás me he podido explicar es por qué “los que mandan” no imponen, en las elecciones, a los hombres buenos y de valer. Si cometen el delito de imposición, siempre que lo hicieran con hombres decentes, bien preparados, patriotas…
Año: 1952
Aunque estoy completamente seguro que nadie en México lo creerá, doy mi palabra, de que hace años tuve la suerte de saborear un vaso de leche pura en la capital de la República.
El peor defecto de nosotros los mexicanos es la falta de austeridad… Además, somos terriblemente vanidosos.
¡Pobre de la Alameda Central de la ciudad de México!..., Después de más de cuatrocientos años, todavía sus callejuelas son de vil polvo (polvo en las secas… y lodo en las lluvias).
En México, los llamados “camellones” que se construyen en la parte media de las principales calles, no sirven para otra cosa que para basureros… ¡Quizá para eso los construyen y los ignorantes vecinos ni siquiera los sabemos!
El problema de tránsito de la ciudad de México, lo constituye principalmente la falta de apertura de infinidad de calles tapadas… Zonas enteras bloquean el tránsito; Mercado de la Merced, mercado de San Juan, Estación Central de los FF. CC., Aduana de Santiago, ríos de la Piedad, Churubusco…
¿Algún día la ciudad de México tendrá un mercado decente?... ¡Sólo DIOS lo sabe!...
¿La vergüenza de la Ciudad de México? ¡Hombre! ¡Sus camiones!...
¿Se podrá algún día transitar por las callejuelas de los jardines de la ciudad de México sin ensuciarse el calzado de polvo o de lodo?
Cuando se termine se terminen definitivamente las legendarias obras de introducción de agua a la ciudad de México procedentes del río Lerma, lo más probable es que éste ya no lleve agua, ya que su Cuenca Hidrográfica ha sido totalmente devastada.
Los periódicos al referirse a los aviadores mexicanos, siempre los califican de “gloriosos” (ahí entra nuestra inveterada vanidad)… Yo me pregunto, ¿de dónde vendrá la gloria?...
El hecho de que anualmente traten de emigrar de nuestro país centenares de miles de campesinos, procedentes de regiones donde el agrarismo “ha triunfado”, demuestra “un algo” que es urgente investigar…
No hace mucho, conocí por ahí a un gran bribón, que por medio de qué sabe qué artes, obtuvo uno de los puestos “más jugosos” del Gobierno. El hombre luchó hasta lo imposible por hacer fortuna; pero sin resultado. Decepcionado se retiró y estableció una modesta frutería, con la cual en poco tiempo se hizo millonario. (Raro es el que no se hace millonario comerciando con artículos de primera necesidad y con la miseria y necesidades del pueblo).
Más importante que la construcción de escuelas, presas y oleoductos, etc., es lo relativo a la reforestación del país. Se debe organizar una campaña en la que tomemos parte todos los mexicanos sin excepción… Centenares de miles de hombres, la totalidad del ejército, los niños de las escuelas… ¡todos!... sembrando árboles… Viveros de árboles en todas las poblaciones con más de doscientos habitantes…
Ahora está de moda que cinco o seis bribones se pongan de acuerdo, junten entre todos cuarenta o cincuenta pesos, y manden hacer un letrero de madera o lámina que diga: “COLONIA AGRICOLA… aquí el nombra de un Presidente de la República”… Ese letrero lo colocan en una zona rica en bosque, principalmente sobre una carretera… ¡y a talar árboles impunemente!... ¡a saquear!... ¡a reírse de todos, inclusive de las autoridades a quienes sorprenden con dizque influencias!… ¡a desolar la región!... ¡a enriquecerse sin medida!... ¡Bendito país en que se pueden hacer estas cosas impunemente!...
En la forma que se hacen las elecciones en México, se presta a escoger cuidadosamente a los individuos. No hay excusa para que sean estúpidos o bribones. ¡Tan sencillo que sería escoger a los mejores!
Día a día, los vagos de oficio, que por regla general forman parte de la bienaventurada burocracia, inventan más y más días festivos. Han creado el día del soldado, del policial, del bombero, del cartero, del telegrafista, del maestro, de la madre, del niño… De seguir así las cosas crearán el día del primo, del cuñado, del tío. Del “coyote”, del “mordelón”… y quizá hasta el del ratero (miembro abundante en nuestra sociedad). Por lo pronto, al estar escribiendo estas líneas, me entero del proyecto de establecer el día del sirviente… Ese Apia, según piensan, los patrones se convertirán en criados… y los criados en patrones. La fiesta consistirá en que ese día los criados se sientan amos, y como tales, puedan hacer lo que estos hacen con aquellos…
El machismo en el mexicano no es otra cosa que uno de sus peores complejos de inferioridad.
Al mexicano que carece de educación, cultura, medios económicos, salud, protección, etc., no le queda otro reducto que su decantado “machismo”.
El machismo en el mexicano no es valentía: es ignorancia.
¡Cosas de nosotros!... En un banquete en el cual nos hallábamos reunidos más de doscientos hombres, la mayor parte de más de cuarenta años, se le preguntó a uno por uno si alguna vez había votado… ¡ni uno solo lo había hecho!...y lo que es peor: ninguno pensaba hacerlo en tanto el gobierno hiciera el gobierno… Todos pensamos: ¡Si esto pasa entre los hombres mejor preparados!... ¿qué será con los demás?
Los que repartieron los bosques que rodean el Distrito Federal, para convertirlos en ejidos, estarán contentos en haber logrado el cambio de nombre de esta Entidad, la que ahora, con justa razón, se llama: Distrito Terrenal… Las ricas zonas boscosas que eran orgullo del Valle de México, fueron brutalmente taladas por los ejidatarios, a quines el Gobierno dotó de esas tierras dizque para sembrar maíz… ¡Perdónalos, Señor…! Con ello la Ciudad de México quedó definitivamente condenada al polvo, las tolvaneras, las epidemias…
¿Cómo puede esperarse que el pueblo de México pueda ser culto, si el sueldo medio general es de seis pesos diarios y un libro cuesta quince, veinte, treinta?
El Papa Alejandro VI, el Borgia más terrible de todos, era un santo comparado con muchos de nuestros presidentes municipales. Estos son verdaderos señores de horca y cuchillo. (Con sus excepciones naturalmente).
México es el país de las fiestas y de los días de descanso… Las fiestas y los días de asueto se suceden sin cesar. Todo es un pretexto para no trabajar… El día primero de enero, porque es el primer día del año; el seis del mismo mes, por ser los Reyes Magos; luego la Candelaria, Carnaval, Fiestas de la primavera, Semana Santa, Corpus, San Juan, 5 de Febrero, 5 de Mayo, Fiestas Patrias, Día de la Raza, Día de Muertos, Todos Santos, Posadas, Navidad, Fin de Año, etc. etc. etc.…. Dentro de los etcéteras pueden considerarse perfectamente unos veinticinco o treinta días más por los natalicios de los próceres, día del soldado, de la bandera, aniversario de la Revolución, etc. etc.…. ¡y otra vez muchos etcéteras!... ¡Raro es ya el día que no es de fiesta o que no está en víspera de fiesta…
Para que se le derrame a uno la bilis no hay más que tratar de obtener una comunicación telefónica…
Un tipo se rasuró perfectamente y después fue al teléfono tratando de obtener una comunicación… Cuando por fin la obtuvo, se vio en el caso de regresar a rasurarse de nuevo…
El día primero de mayo no debería llamarse del Trabajo, sino del trabajador. El día del Maestro, no se llama día de la Enseñanza; el día del Cartero, no se llama de Correos: el día del Bombero, no se llama del Fuego…
Visto bien, el Año Nuevo debería comenzarse trabajando, ¡sobre todo en países como el nuestro en donde tanta necesidad hay de trabajar! Por principio debería trabajarse ese día.
Hacerse millonario en México es cosa por demás sencilla. ¡Basta con poner un frutería, o cualquier cosas así por el estilo!…
Comprar los aguacates o mangos a cinco centavos y venderlos a peso. ¡He ahí la modesta utilidad de un frutero de la ciudad de México!...
Un Presidente de la República mandó llamar a un compadre suyo a quien a toda costa trataba de favorecer, y sin más trámite, le ofreció la dirección del Banco de México; pero con gran sorpresa suya, el compadre le dijo: --“Si realmente quieres ayudarme, ponme una buena frutería en una de las principales avenidas de la ciudad”, (¡Y a propósito de esto!: ¿pagarán su Híncame TASS los propietarios de las fruterías?)
México es el país en donde la fruta se vende más cara… (México y Colombia son los dos países que posees la más rica y surtida variedad de frutas).
¡Qué tal si en lugar de seguir sembrando más magueyes en nuestra llanuras, sembráramos henequén!...
¡Adiós, belleza de la Huasteca Potosina!... ¡la tala de árboles acabará con todo!
“Poner muy alto el nombre de México”… ¡He ahí una frase consagrada por los periódicos, cada vez que una “artista” cualquiera visita algún país extranjero!... Según la frasecita se marras, basta que una actriz “de medio pelo”, una cantante de tipo “romántico” o una cancionero se voz aguardentosa (¡ay! ¡Por desgracia tantas!), visite algún país, para que inmediatamente nuestros periódicos digan que “está poniendo muy en alto el nombre de México”… ¡Pobre México!...
Un viejo político comentaba que para triunfar en alguna elección, lo más seguro era contar con una hermana bonita…
Creo que ya es tiempo de dignificar la política de en México. El momento se presta.
Una sola palabra de “arriba”… ¡y adiós pistolerismo!
¡Vaya nombrecitos que le dan al remedo de elecciones!... “Justa política”, “Fiesta cívica”, “Justa cívica”, “Superación de civismo”… (Me gustaría conocer al burlón que las inventa)…
Lo que yo jamás me he podido explicar es por qué “los que mandan” no imponen, en las elecciones, a los hombres buenos y de valer. Si cometen el delito de imposición, siempre que lo hicieran con hombres decentes, bien preparados, patriotas…
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