Por: José Tamborrel Suárez
Año: 1952
Una cosa es la realidad y otra la que cree la mayoría por lo que dice la prensa, la radio, etc.
Las ideas que se tienen de los países jamás concuerdan con la realidad. De cada país siempre se piensa equivocadamente. Si difícilmente conocemos lo nuestro, imposible conocer de los demás…
No hay que olvidar que la conquista de México no la hicieron los españoles, sino los indios dirigidos por españoles…
Son infinitas las personas que realizan un rapidísimo viaje al extranjero, (dos mese a Europa, por ejemplo) y después con gran cachaza opinan sobre la vida y milagros de los países visitados, con suficiencia tal, que cualquiera creería que han pasado su vida en ellos.
Triste es confesarlo; pero lo cierto es que al mexicano solamente le seduce lo fácil.
En México, el Estado siempre lo ha sido el Presidente de la República, con una solo excepción; MADERO.
Lo de la soberanía de los Estados que forman la República Mexicana es una grandísima farsa. Lo hemos visto y constatado hasta el cansancio. Perfectamente podrían suprimirse las legislaturas locales que no sirven para otra cosa que para gravar los presupuestos y hacer más pesada la carga a los infelices contribuyentes.
Los impreparados que son siempre los que dominan la situación en los gobiernos, sienten pavor profundo por los preparados, se tal suerte que jamás les conceden ni la más pequeña oportunidad. Siendo ceros prefieren ceros…
Desde que los alumnos mandan en las escuelas, todo lo relativo anda de cabeza. ¿Volverá el día en que el profesorado ejerza su autoridad tal como debe ser?...
El estudiante típico mexicano sólo busca estudiar menos y holgar más. No hay nada que lo seduzca más que una huelga o una pugna de grupos. Su ideal es la carrera corta y el enriquecimiento rápido… (Perdón; pero desgraciadamente así es…).
Hace ya muchísimos años que el teatro dejó de serlo en México. Ahora es una vil ficción a base de temas escabrosos y de mucha publicidad,
En México, la llamada revista teatral no es sino la entronización de la grosería y la ordinariez. Individuos que en cualquier otro país se morirían de hambre en cualquier carpa de feria pueblerina, aquí se convierten rápidamente en ídolos, solamente porque salen a exhibir lo más repugnante y vil de la plebe…
¿En que se emplearán las cuotas sindicales de los obreros mexicanos? ¡Solamente lo sabe Dios!... y naturalmente los líderes…
En las vidas de Juárez y Carranza, los dos grandes estadistas mexicanos, hubo una extraordinaria semejanza. Ambos gobernaron primeramente a sus respectivos Estados; ambos, lucharon en contra de intervenciones extranjeras; ambos, fueron honradísimos, justos, desinteresados, sinceramente patriotas; ambos, expropiaron los bienes del Clero y con ello dieron forma, por primera vez en la historia de México, al patrimonio del Pueblo Mexicano, hasta entonces desheredado, pobre y miserable; ambos dieron a México una nueva y gran Constitución que ha sido la base y la razón de ser de su desenvolvimiento; ambos, en fin, murieron en forma inexplicable…
Desdichados los que no se resignan a la triste y absurda mediocridad del momento actual… Infelices los que tienen una mentalidad de más de quince años. Todo está hecho para mentes infantiles: teatro, cine, radio, televisión, periodismo, sistemas de publicidad, diversiones, etc., etc.….
En el periódico “Excélsior” del día 11 de mayo de 1952. —El ganadero D. Ortega declaró hoy que todos los toros lidiados en las plazas españolas desde 1942, han tenido los cuernos afeitados. —Todos los toros que yo he vendido desde hace tres años han estado afeitados. —Las dos únicas corridas que yo vendí con los cuernos intactos, hirieron a dos toreros amigos míos. —De los 3000 toros que yo lidié durante mi carrera de matador “SOLAMENTE ENCONTRÉ DOS VERDADERAMENTE BRAVOS”… (Huelgan comentarios acerca de la honestidad y valentía de los señores toreros…).
Cada vez que surge por ahí alguna de eses plagas como la de la “mosca prieta”, aftosa, langosta, etc., el Gobierno Federal, por conducto de sus “sabios”, sus “técnicos” y demás vividores del Erario por el estilo, dicta siempre una sola medida; ¡pero qué medida…! “Colocar una serie de casetas en todos los lugares más impropios de las carreteras nacionales, para detener a los automovilistas e inferirles el mayor número posible de molestias, so pretexto de exterminar la plaga…” Con la medida de que se trata es como el Gobierno siempre ha combatido todas las plagas. HASTA AHORA NUNCA SE LE HA OCURRIDO OTRA COSA…
Por cada plaga que aparece (mosca prieta, langosta, aftosa, etc.) muchos millones de pesos en el presupuesto… y muchas casetas en las carreteras nacionales.
La media docena de pícaros que a ciencia y paciencia del Gobierno Federal van desforestando Estado por Estado de la República, a pesar de sus muchísimos millones de pesos, toda la vida se la tienen que pasar “sombrereando” a los de “arriba” para nuevas concesiones y permisos, facilidades, protección, etc.…. Y para ello nada mejor que obsequiarles, entre otras cosas, con un palacio en la ciudad de México y un palacete por ahí… en los Estados.
Año: 1952
Una cosa es la realidad y otra la que cree la mayoría por lo que dice la prensa, la radio, etc.
Las ideas que se tienen de los países jamás concuerdan con la realidad. De cada país siempre se piensa equivocadamente. Si difícilmente conocemos lo nuestro, imposible conocer de los demás…
No hay que olvidar que la conquista de México no la hicieron los españoles, sino los indios dirigidos por españoles…
Son infinitas las personas que realizan un rapidísimo viaje al extranjero, (dos mese a Europa, por ejemplo) y después con gran cachaza opinan sobre la vida y milagros de los países visitados, con suficiencia tal, que cualquiera creería que han pasado su vida en ellos.
Triste es confesarlo; pero lo cierto es que al mexicano solamente le seduce lo fácil.
En México, el Estado siempre lo ha sido el Presidente de la República, con una solo excepción; MADERO.
Lo de la soberanía de los Estados que forman la República Mexicana es una grandísima farsa. Lo hemos visto y constatado hasta el cansancio. Perfectamente podrían suprimirse las legislaturas locales que no sirven para otra cosa que para gravar los presupuestos y hacer más pesada la carga a los infelices contribuyentes.
Los impreparados que son siempre los que dominan la situación en los gobiernos, sienten pavor profundo por los preparados, se tal suerte que jamás les conceden ni la más pequeña oportunidad. Siendo ceros prefieren ceros…
Desde que los alumnos mandan en las escuelas, todo lo relativo anda de cabeza. ¿Volverá el día en que el profesorado ejerza su autoridad tal como debe ser?...
El estudiante típico mexicano sólo busca estudiar menos y holgar más. No hay nada que lo seduzca más que una huelga o una pugna de grupos. Su ideal es la carrera corta y el enriquecimiento rápido… (Perdón; pero desgraciadamente así es…).
Hace ya muchísimos años que el teatro dejó de serlo en México. Ahora es una vil ficción a base de temas escabrosos y de mucha publicidad,
En México, la llamada revista teatral no es sino la entronización de la grosería y la ordinariez. Individuos que en cualquier otro país se morirían de hambre en cualquier carpa de feria pueblerina, aquí se convierten rápidamente en ídolos, solamente porque salen a exhibir lo más repugnante y vil de la plebe…
¿En que se emplearán las cuotas sindicales de los obreros mexicanos? ¡Solamente lo sabe Dios!... y naturalmente los líderes…
En las vidas de Juárez y Carranza, los dos grandes estadistas mexicanos, hubo una extraordinaria semejanza. Ambos gobernaron primeramente a sus respectivos Estados; ambos, lucharon en contra de intervenciones extranjeras; ambos, fueron honradísimos, justos, desinteresados, sinceramente patriotas; ambos, expropiaron los bienes del Clero y con ello dieron forma, por primera vez en la historia de México, al patrimonio del Pueblo Mexicano, hasta entonces desheredado, pobre y miserable; ambos dieron a México una nueva y gran Constitución que ha sido la base y la razón de ser de su desenvolvimiento; ambos, en fin, murieron en forma inexplicable…
Desdichados los que no se resignan a la triste y absurda mediocridad del momento actual… Infelices los que tienen una mentalidad de más de quince años. Todo está hecho para mentes infantiles: teatro, cine, radio, televisión, periodismo, sistemas de publicidad, diversiones, etc., etc.….
En el periódico “Excélsior” del día 11 de mayo de 1952. —El ganadero D. Ortega declaró hoy que todos los toros lidiados en las plazas españolas desde 1942, han tenido los cuernos afeitados. —Todos los toros que yo he vendido desde hace tres años han estado afeitados. —Las dos únicas corridas que yo vendí con los cuernos intactos, hirieron a dos toreros amigos míos. —De los 3000 toros que yo lidié durante mi carrera de matador “SOLAMENTE ENCONTRÉ DOS VERDADERAMENTE BRAVOS”… (Huelgan comentarios acerca de la honestidad y valentía de los señores toreros…).
Cada vez que surge por ahí alguna de eses plagas como la de la “mosca prieta”, aftosa, langosta, etc., el Gobierno Federal, por conducto de sus “sabios”, sus “técnicos” y demás vividores del Erario por el estilo, dicta siempre una sola medida; ¡pero qué medida…! “Colocar una serie de casetas en todos los lugares más impropios de las carreteras nacionales, para detener a los automovilistas e inferirles el mayor número posible de molestias, so pretexto de exterminar la plaga…” Con la medida de que se trata es como el Gobierno siempre ha combatido todas las plagas. HASTA AHORA NUNCA SE LE HA OCURRIDO OTRA COSA…
Por cada plaga que aparece (mosca prieta, langosta, aftosa, etc.) muchos millones de pesos en el presupuesto… y muchas casetas en las carreteras nacionales.
La media docena de pícaros que a ciencia y paciencia del Gobierno Federal van desforestando Estado por Estado de la República, a pesar de sus muchísimos millones de pesos, toda la vida se la tienen que pasar “sombrereando” a los de “arriba” para nuevas concesiones y permisos, facilidades, protección, etc.…. Y para ello nada mejor que obsequiarles, entre otras cosas, con un palacio en la ciudad de México y un palacete por ahí… en los Estados.
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