Por: José Tamborrel Suárez
Año: 1952
La gente vulgar es tan ciega... que por eso odia lo vulgar.
¡Malo cuando un hombre dice y hace lo que los demás!...
La vulgaridad es una insoportable fisgona que por todas partes se asoma.
Todo lo agradable que tiene bañarse sólo al aire libre, en una alberca, arroyo, río, lago o mar, tiene de prosaico y vulgar hacerlo en público.
Las cosas y los detalles vulgares sin infinitos; pero hay tres que especialmente definen a la gente:
Año: 1952
La gente vulgar es tan ciega... que por eso odia lo vulgar.
¡Malo cuando un hombre dice y hace lo que los demás!...
La vulgaridad es una insoportable fisgona que por todas partes se asoma.
Todo lo agradable que tiene bañarse sólo al aire libre, en una alberca, arroyo, río, lago o mar, tiene de prosaico y vulgar hacerlo en público.
Las cosas y los detalles vulgares sin infinitos; pero hay tres que especialmente definen a la gente:
- Permitirse confianzas no concedidas.
- Reír a carcajadas en público.
- Hablar en voz alta en sitios de reunión.
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