Por: José Tamborrel Suárez
Año: 1952
Por lo menos civilízate en grado tal, que al morir puedas pensar: He sido lo más civilizado que es posible ser… Frase maravillosa que inundará de dicha tus últimos instantes.
Todo es exactamente igual que hace cinco, diez o veinte siglos. Basta estudiar los textos antiguos o las pasadas civilizaciones, para darse cuenta que nada ha cambiado. A veces se nota un ligero movimiento de flujo y reflujo en la cultura; pero en general, todo sigue igual. La evolución ha sido superficial y de carácter exclusivamente material. El espíritu sigue en tinieblas.
Excepto algunos adelantos en el orden científico y en el arte de matar, la Humanidad no ha dado un solo paso adelante. Moral y espiritualmente está estancada. Lo que parece progreso no es sino una forma engañosa y superficial fácil de establecer. La gente sigue siendo la misma, solamente con u n exterior diferente. Dominada siempre por la ignorancia, los prejuicios, la irresponsabilidad, ideas religiosas absurdas, etc., etc., y dentro de estos etcéteras cabe mencionar: los mismos instintos sanguinarios y crueles de las épocas más remotas, siendo la mejor prueba las matanzas que periódicamente y con cualquier pretexto organizan los países más cultos, más civilizados y más cristianos.
Tenemos que engañarnos haciéndonos creer que la civilización existe. ¡Pero bien sabemos la verdad!... ¡Cómo podemos hablar de civilización cuando en las cinco partes del mundo se guerrea sin cesar; cuando el Hombre sigue creyendo en ídolos, imágenes, etc.; cuando en los países dizque más adelantados unos hombres humillan y menosprecian a otros solamente porque son de diferente color; cuando el Hombre sigue alimentándose de carne –restos de animales-- al igual que los barbaros que habitaban en cavernas, y vagaban desnudos y medios locos al azar por la faz del mundo; cuando devastan los bosques sin considerar el enorme perjuicio que causan; cuando destruyen la mayor parte de las especies de animales sin siquiera tratar de comprenderlas; cuando se odian por el simple motivo de pensar diferente, como acontece en el caso de cuestiones religiosas; cuando lo que se ha dado en llamar justicia es una vil farsa en todas partes; cuando la verdad es un mito!... ¡Qué civilización, ni que nada!
Solamente un ligero matiz de civilización es lo que poseemos. En el fondo somos lo que fuimos siempre… La civilización apenas la hemos entrevisto.
Procuremos ser realmente civilizados, Atendiendo cuidadosamente de todos los detalles relativos, Combatamos al atraso por todos los medios a nuestro alcance. Hagamos luz en todo lo que podamos.
El peor enemigo que tiene la civilización es el militarismo. Pueblo que se militariza, pueblo que se condena. Civilización que se militariza, civilización que desaparece.
La base de la civilización está en el respeto de los eternos valores humanos. No es tan fácil que una civilización desaparezca por los motivos que generalmente se cree; pero si puede desaparecer pos esas tocadas ideas que tratan de destruir los principios humanos, siempre los mismos.
La libertad de conciencia constituye por sí sola una civilización.
A lo que hasta ahora se ha dado el nombre de civilización, se ha logrado gracias al instinto de conservación latente en todo individuo. (Hay que considerar que el instinto de conservación es indestructible.)
El atraso en el que vivimos es tan palpable que solamente los locos podrían negarlo. Fue ayer, cuando el país cristiano por excelencia, el país donde residen los directores del cristianismo: Italia, se echó encima de un pequeño y honrado país: Etiopia, y con todo su enorme poderío de fuerza bruta lo arrasó sin piedad, ametrallando a sus indefensos habitantes. Todo con beneplácito y general complacencia. ¡Como la cosa más natural del mundo!... Ni siquiera por elemental política protestaron los demás países. Los directores de las Organizaciones Religiosas se hicieron disimulados. La Liga de las Naciones calló… Y ahí se llevó a cabo una de las más espantosas matanzas que registra la historia. Ahí se tropellaron todos los derechos del Hombre y todas las conquistas de la llamada civilización.. Después de esa matanza, consumada ente la indiferencia de la Humanidad Cristiana, la Segunda Guerra Mundial, apenas veinte años degúes de la Primera… Todo lo destruimos; seres iguales a nosotros, especies de animales que deberíamos proteger, árboles que significan nuestra vida, grandes obras maestras qje son nuestro orgullo. ¡Una bomba!, y adiós trabajos, esfuerzos y desvelos de tres o cuatrocientos años… ¡Generaciones y generaciones trabajando para que una maldita bomba destruya todo en un instante.
Se confía en que no es posible pueda desaparecer la llamada “civilización” actual. Quienes piensan así, se olvidan de tantas civilizaciones desparecidas. Se olvidan de Egipto, Cina, Grecia, Roma, etc. Nada difícil es que algún día desaparezca todo esto, y pasados los siglos, surja una nueva “civilización”, con ideales y características totalmente diferentes a la actual…
Lo más probable es que el Hombre haya acabado varias veces con el mundo… (¡A juzgar por lo que estamos viendo!)
No hay duda que el pueblo Maya fue uno de los más cultos del mundo. Su calendario fue perfecto muchos cientos de años antes que el Papa Gregorio VII realizara las correcciones al Calendario Cristiano. Dominaron en cosmografía, matemáticas. En la arquitectura, también fueron notables, como puede verse por las ruinas de sus ciudades y sus maravillosos templos y palacios. Tampoco puede existir duda acerca de su origen asiático sus costumbres, cultura, lengua, tipo de arquitectura, nombres, etc., etc.
Ante todo, hay que tener presente, que lo más importante y definitivo en la vida de la Humanidad, no es el progreso de la ciencia, la industria u otras cosas, sino el Hombre en sí. El objeto de la civilización es ver antes que nada por el Hombre.
Cada generación contribuye al desarrollo y progreso de la Humanidad. Nuestra “civilización” es resultado de esfuerzos pasados. A nosotros nos corresponde contribuir también a lo futuro. (¿Creando bombas infernales? ¿Destruyendo las riquezas forestales? ¿Exterminando las especies de animales? ¿Guerreando sin cesar?
Es desconsolador saber que los dos mil quinientos millones de seres humanos que habitan el mundo, mil trescientos millones, viven lindando con la barbarie ¡Qué civilización puede existir con semejante lastre!
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